viernes, 8 de mayo de 2015

Capítulo 3 (T2)

Ya habían pasado un par de semanas. Todo iba genial, la entrevista con la productora salió como Magí y yo esperábamos y ya había comenzado a darme a conocer por toda Inglaterra, con pequeños conciertos en pequeñas salas y cosas por el estilo. Mientras tanto iba estudiando para la universidad y componiendo para el disco que tenía previsto sacar.

Por otro lado en Latino América a los chicos les iba mejor que bien. Ya habían actuado ante miles y miles de personas, y tenían a todo el mundo locos por ellos. Los seis habíamos estado tan ocupados con todo, que el grupo que creamos el día que hablamos por Skype estaba medio muerto... la última vez que hablamos hacía ya como una semana...

Hoy era 26 de Octubre, el cumpleaños de Blas. Como había calculado y previsto el paquete con su regalo y el de Álvaro les debería de llegar justo hoy. Lo llevaba preparando desde el mismo día que hable con ellos por Skype. Llamé a Magí, le pregunté su calendario para ver donde iban a estar en esa fecha y me dijo a donde debía mandar el paquete. Sólo esperaba que no se extraviara.

Como cada mañana, me vestí y bajé a la cocina a desayunar algo para irme a la universidad. Cuando bajé ya tenía Jason todo preparado encima de la mesa y estaba esperándome.

-Buenos días princesa -me dijo mientras me cogía de la cintura.
-Buenos días -le dije sonriendo. Jason se acercó y me dió un beso tierno en la boca.
-He preparado ya el desayuno, viendo que tardabas tanto en bajar.
-Sí lo siento, es que se me han pegado un poco las sábanas hoy jajaja -dije mientras me sentaba en una de las sillas y me comía lo que había preparado.

Sí, como habéis visto estoy con Jason. Después de lo del primer beso, Jason había insistido un par de veces más... el chico me gustaba bastante, pero no sentía mucho más allá por él. Acepté salir con él porque me daba un poco de pena rechazarlo una y otra vez... y también me daba algo de miedo que finalmente se hartara de mi y se enfadara conmigo... Era el único amigo que tenía allí, junto con su hermana, que en las últimas semanas nos habíamos unido bastante.

Terminamos de desayunar y metimos todos los platos y cubiertos en el fregadero, a pesar de que tuviéramos asistenta. Cogí mi bolso con los libros y salimos de casa. Jason me paso mi casco de moto, y nos fuimos derechitos a la universidad.

[...]

Eran como las diez de la mañana, y seguíamos todos en la cama todavía. Ayer fue un día bastante duro, ya que hicimos de todo, y hoy lo teníamos libre. La verdad es que era de agradecer porque hoy era mi cumpleaños. Cogí mi móvil y miré mis interacciones en las redes sociales. Agradecí a las fans en Twitter por todo su cariño y me metí a whatsapp. Muchos y muchos mensajes... pero nada del mensaje que yo esperaba... Cerré whatsapp y bloqueé el móvil, dejándolo a un lado de la cama.

Justo entonces oí que llamaban a la puerta. Miré a la cama de Álvaro y allí seguía durmiendo como un bebé. Me levanté de la cama y fui a abrir la puerta. Allí estaban Dani, Carlos y David y con ellos un paquete gigante. Entraron a la habitación sin mediar palabra y mientras Álvaro se despertaba.

-¿Qué es eso? -preguntamos Álvaro y yo a la vez.
-No tenemos ni idea, Magí nos lo ha dado y nos ha dicho que era para vosotros dos -dijo David dejando el paquete en mi cama.

Álvaro se levantó casi corriendo de la cama y se sentó al lado del paquete y yo me senté al otro lado. Miré a ver si ponía la dirección o el nombre de quién lo mandaba pero no ponía nada...

-No, no te molestes en buscar. Ya hemos buscado nosotros nombre o dirección y no hay nada de nada -dijo Dani.
-A ver si va a ser una bomba -dijo Carlos poniendo los ojos como platos.
-Anda no seas idiota -dijo Álvaro y empezó a abrir el paquete.

Al cabo de un par de minutos ya lo habíamos abierto, hay que decir que la persona que lo mandara lo había protegido muy bien para que no se abriera, porque nos ha costado muchísimo conseguir abrirlo. Al abrir el paquete lo primero que vimos fue una carta. Álvaro la cogió y la leyó, pero el idiota la leyó para sí mismo en vez de leerla en voz alta para todos.

-¿Álvaro? ¿Qué dice la carta? -dije intrigado.
-Adivinad de quién es el paquete -dijo Álvaro con una sonrisa de oreja a oreja.
-¿De quién? -dijo Carlos subiendo el tono de voz casi gritando- Que nos tienes aquí intrigados.
-De María. Es el regalo de Blas y el mío atrasado.
-Oh que mona es la niña esta de verdad -dijo David.

De María... y yo pensando que no tenía pensado felicitarme y va y me sorprende con esto... no me lo esperaba para nada. Seguimos mirando todo lo que había en el paquete, y aunque fuera el regalo de Álvaro y mío, también había cosas para el resto. Fotos, chocolate y golosinas, una pulsera personalizada para cada uno, y muchas más cosas. Al fondo de la caja nos encontramos otro papel más. Lo cogí y empecé a leerlo, al principio no entendía nada pero conforme seguí leyendo me quedé asombrado.

-¡Blas! ¿Qué es eso? -dijo Álvaro.
-Es una copia del contrato discográfico de María. En un par de meses va a sacar su primer disco.

Los chicos y yo nos pusimos a celebrarlo como si de nuestro propio contrato se tratara. La verdad es que nos alegrábamos muchísimo por ella.

Álvaro cogió corriendo su portátil y se metió corriendo a Skype para ver si María estaba conectada. Y allí estaba su foto con la lucecita verde de conectada. Álvaro no se lo pensó ni un segundo en llamarla.

[...]

Jason y yo habíamos llegado ya a casa. Mientras él preparaba la comida, subí a mi habitación dejé mi bolso con todos los libros y cogí mi portátil para bajármelo a la cocina y poner música. Mientras bajaba, mi portátil comenzó a sonar, me llamaba Álvaro por Skype. Empecé a correr, y casi me caigo por las escaleras. dejé mi portátil en una de las encimeras de la cocina y me senté en un taburete y acepté la llamada.

Allí estaban los cinco con una sonrisa de oreja a oreja y de fondo podía ver mi paquete. Uff... que alivio, menos mal que les había llegado.

-Veo que os ha llegado mi paquete -dije riéndome.
-Sí, aquí lo tenemos. Muchas gracias por todo lo que había dentro -dijo Álvaro.
-No hay que darlas. Por cierto, felicidades Blas -dije mientras guiñaba un ojo.
-Muchas gracias pequeña -me dijo muy sonriente él.

[...]

Álvaro llamó por Skype a María y esta no tardo apenas nada en contestar. Estaba preciosa hoy, y yo me moría de ganas de abrazarla y comérmela a besos. Estuvimos hablando con ella un rato y de repente escuchamos algo.

-Princesa, ¿me vas a presentar ya? -escuchamos una voz que venía del sitio donde estaba María.
-Ah sí, sí... -entonces apareció en la pantalla un chico rubio, de ojos azules, bastante guapo la verdad... y le dio un pico a María mientras la cogía de la cintura...- Este es Jason... mi... mi...
-Novio -terminó el la frase.
-Encantado -dijo David- cuídanosla que vale mucho.
-Sí, sí, que yo la cuido.

Miré a Álvaro y tenía una cara de rabioso que no podía. Y sí él tenía esa cara no quería ni imaginarme la mía, porque de un momento para otro mi sonrisa se borró de la cara.

[...]

Cuando Jason apareció las caras de Álvaro y Blas cambiaron completamente. Y noté como yo me iba poniendo pálida y más pálida conforme pasaban los segundos.

-Bueno cielo, la comida esta ya lista, cuando quieras comemos -dijo Jason- Encantado chicos.
-Nosotros también -dijo Carlos contestando por los demás, ya que Álvaro y Blas no habían dicho ni una palabra desde que habían visto a Jason. Jason desapareció de su vista y se fue a preparar la mesa. Yo cogí el portátil.
-Jason, subo arriba para despedirme y así dejo el portátil en la habitación. Ahora bajo -Jason me asintió y yo me subí casi corriendo a mi habitación. Me senté en la cama con el portátil en la cama y allí seguían los cinco sin quitarme ojo de encima, y Álvaro y Blas con unas caras de rabioso que no podían con ellas.
-Bueeenooo... -dijo Dani intentando cortar la tensión del momento.
-Bueno, creo que tengo que ir despidiéndome ya.
-Sí, nosotros también. Tenemos muchas cosas que hacer -dijo Blas bastante borde.
-Pero si hoy no tenemos nada... -antes de que Carlos acabara la frase Blas lo fulminó con la mirada.
-Bueno, pues entonces os dejo que hagáis todo -dije irónicamente- Que paséis un buen día. Y tú Blas disfruta de tu cumple.
-Sí... gracias... -dijo mientras cogía su móvil y se metía a otra habitación que supuse que era el cuarto de baño y la cerraba de un portazo. Carlos, Dani y David empezaron a hacerme caras como que la había liado mucho...
-Bueno chicos, adiós que esto se me está haciendo bastante incómodo. Os quiero -dije mientras les mandaba besos.
-Y nosotros a ti enana -dijo David. Carlos y Dani también se despidieron. Y Álvaro... bueno Álvaro seguí allí, con su cara de rabia, su vena hinchada, y sin moverse...

La imagen se fue, ya que los chicos colgaron la llamada. Y esa fue mi última imagen...

[...]

No podía creer lo que veían mis ojos... Lo único que me salió en ese momento fue coger mi móvil y meterme al baño. No me salían las lágrimas, pero era de lo único que tenía ganas de hacer en ese momento... Tampoco podía enfadarme con ella. Ella y yo lo dejamos desde el momento en que ella se fue del campamento, y la verdad es que llevaba razón, ella con su carrera y yo con la mía, era imposible que estuviéramos juntos, pero me dolía verla con otro... me dolía que fuera otro la que la hacía sonreír, la que la besaba, la que la abrazaba... y ahora era cuando entendía completamente a Álvaro.

Estuve un rato allí encerrado en el baño y ya salí de él. Allí en la cama seguían los chicos.

-Joder, menos mal. Pensábamos que habías hecho alguna tontería -dijo David preocupado. Yo me acercaba a la cama y me tumbaba.
-Tío.. no esté mal... es normal que... -antes de que siguiera corte a Dani.
-No... si yo lo entiendo... pero es normal que me joda verla con otro.

Los cinco nos quedamos allí callados como una media hora. Yo miraba y volvía a mirar todo lo que había en la caja. Cogí mi pulsera y me la puse. No era muy de pulseras, siempre me acaba hartando y me las acababa quitando todas, pero esta sentía que era especial... esta a pesar de todo no me la quitaría por nada del mundo.

[Continuará...]

viernes, 1 de mayo de 2015

Capítulo 2 (T2)

Ya habían pasado dos días. Había empezado ya la uni y la verdad es que empezaba a haber bastante complicidad entre Jason y yo. Acabamos esa mañana en la universidad y me llevo en moto a casa. Entramos y fuimos directos a la cocina a hacernos algo de comer.

-A ver señorita, ¿qué te apetece comer?
-Pues no sé, te dejo a ti elegir hoy -dije mientras daba un saltito y me sentaba en la encimera.
-Bueno, pues creo que hoy comemos hamburguesas, aunque nos va a tocar esperar un rato hasta que se descongelen -Jason fue al congelador y saco un par de hamburguesas.
-Bueno, creo que podré aguantar sin morirme de hambre antes -Jason se acercó a mí y se puso delante de mi mirándome directamente a los ojos. Cuando hacía eso me poní bastante nerviosa y yo se que él lo notaba y que por eso lo hacía.
-Y mientras, ¿qué quieres que hagamos? -dijo acercándoseme todavía más y más y quedándose a milímetros de mi boca.
-No sé... -Jason empezó a acariciarme las piernas- ¡Mierda! ¿Qué día es hoy?
-2 de octubre, ¿por? -bajé corriendo de la encimera y cogí rápidamente mi móvil.
-Son las tres, ¿qué hora es ahora mismo en Argentina? -Jason me miró extrañado mientras yo contaba las horas con los dedos de mi mano- ¡Las 10! ¡Perfecto! Espero pillarlo en buen momento.

Marqué el número y esperé a que diera señal... Pí... pí... pí... pí...

-¿Diga? ¿Quién es?
-¡Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz, te desean tus amigos del parchiiiiiis! ¡Cumpleaños feliz, cumpleaños felizzzz! ¡Felicidades lobitoooo!
-¡Hombre pero mira a quién tenemos aquí! Muchísimas gracias enana, pensaba que no te ibas a acordar.
-¿Cómo no me iba a acordar del cumpleaños de mi Gango? -ambos reíamos a la vez- Lo malo es que no me ha dado tiempo a mandarte ningún regalo -dije mientras hacia pucheritos.
-No hace falta, me basta y me sobra con la llamada, porque no me la esperaba para nada.
-Que poco confías en mi Alvarito. ¿Qué tal os va por allí? Ya he leído que vais revolucionando por donde vais jajajaja
-La verdad es que hemos tenido una acogida súper buena aquí, no nos lo esperábamos para nada y la verdad es que estamos todo el equipo muy contento. ¿Y tú que tal te va por dónde quiera que estés?
-Estoy en Londres, pero no lo digas que es un secreto jajajaja. Pues la verdad es que de momento genial, no sé como lo ha conseguido Magí, pero vivo en una pedazo casa con una chica majísima, y la universidad empecé ayer y de momento genial... y bueno en una semana tengo la reunión con la productora y estoy nerviosísima.
-¿Productora?
-Vale, que no sabes nada jajajaja. Magí es ahora también mi mánager... y bueno me ha conseguido un contrato con una gran productora de aquí de Londres...
-¿En serio? Buah, me alegro un montón por ti enana.
-¿Con quién hablas Álvaro? -se escucha una voz de fondo.
-Con... con mi prima.
-¿Quién es Álvaro?
-David.
-No tienes porque mentirle Álvaro, tarde o temprano se va a enterar y a los demás igual. Eso sí, nada de decir el sitio donde estoy jajajaja.
-Bueno David, pues no es mi prima es María.
-¡María! -oigo como David le quita el móvil a Álvaro- Tenemos algo de prisa así que sin rechistar esta noche te llamamos por skype y no te nos escapas.
-Vale, vale tranquilo. Pero va a ser difícil con esto del orario...
-Bueno, pues cuando sea allí de noche, a ver si conseguimos un ratito para hablar contigo.
-Bueno, pues que Álvaro me mande un whatsapp que como ya tiene mi número...
-Vale de acuerdo, hasta dentro de un par de horas enana. ¡Un beso!

Y antes de que me diera cuenta David ya había colgado...

-¿Quién era el cumpleañero?
-Ah, Álvaro, un amigo.
-Son los chicos estos de la banda, ¿verdad?
-Sí, esta noche he quedado para hablar con ellos, pero a saber, con esto de la diferencia de horarios con Latino América lo veo difícil.
-Se ve que te llevas muy bien con ellos.
-Sí, la verdad es que los quiero un montón.

Jason se volvió a acercar a mí de nuevo hasta acorralarme con sus brazos contra la pared. se acercó tanto que su boca se quedó a milímetros de la mía. Mi respiración se fue acelerando poco a poco. Quería que me besara porque me gustaba mucho, pero a la vez no estaba preparada porque estaba completa y perdidamente enamorada de Blas...

Jason se acercó los pocos milímetros que quedaban entre su boca y la mía y empezó a besarme apasionadamente mientras acariciaba mi cintura. Yo continué su beso, pero me di cuenta de lo que estaba haciendo.

-Ja... Jason... -dije mientras lo apartaba delicadamente de mí.
-¿Qué pasa?
-No puedo hacer esto... no estoy preparada para empezar una relación ahora -dije sin poder mirarlo a la cara.
-Ey, no pasa nada -dijo cogiéndome de la barbilla y levantándome la cabeza para que lo mirará- lo entiendo.
-Gracias por entenderlo...
-Y ahora venga, vamos a hacer la comida.

Jason y yo empezamos a hacer la comida y pasamos la tarde juntos como las anteriores tardes que llevaba allí. A pesar de lo que había sucedido del beso, seguimos como siempre y la verdad es que era de agradecer, porque no hubiera evitado tener tensión con la única persona en la que había empezado a confiar allí. Paso toda la tarde y como todas las anteriores Jason volvió a su piso de la ciudad en su moto.

Yo cené y me subí a mi habitación con el portátil y mi móvil. Estuve mirando Twitter, Instagram, haciendo un poco el tonto en Snapchat... Mirando las últimas actualizaciones de los chicos en todas sus redes sociales. Se notaba que se lo estaban pasando en grande, pero a Blas lo notaba bastante cambiado... y era normal... conforme me había ido sin despedirme ni nada... seguro que en esos momentos me odiaba.

De repente me llegó un whatsapp.

*Conversación de whatsapp*

-Álvaro: Ey enana, puedes hablar ahora un ratito por Skype?
-María: Sí, no estoy haciendo nada ahora mismo así que perfecto.
-Álvaro: Vale, pues ahora te llamamos, queremos darle una sorpresa a Dani, Carlos y Blas.
-María: Vale, aquí os espero.

[...]

Álvaro y David llevan todo el día apartándose de los demás y cuchicheando, estos dos tramaban algo.

-¿Vosotros habéis dado cuenta de lo mismo que yo? -les pregunte a Dani y a Carlos.
-¡Sí! ¡Menudo descarado! ¡Anda que ha preguntado haber si alguno queríamos el último donut que quedaba! Esta se la guardo... -dijo Carlos.
-¡No cabezón! Me refiero a que David y Álvaro están tramando algo...
-Tío, serán imaginaciones tuyas -dijo Dani.
-No se yo, no se yo...

David y Álvaro volvieron a la mesa y justo antes de sentarse Álvaro le guiño un ojo a David.

-Oye chicos, ¿habéis terminado ya? -nos pregunto Álvaro.
-Sí, he terminado, ¡como te has comido el último donut! -dijo Carlos mirando mal a Álvaro.
-Venga va, no me lo tomes en cuenta que hoy es mi cumpleaños -le dijo Álvaro- ¿subimos ya a la habitación? Mi madre está esperando para que la llame por Skype y dice que tiene muchas ganas de veros.
-Pues venga vamos ahora que tenemos un rato.

Los cinco nos levantamos de la mesa y nos dirigimos a la habitación de Álvaro y bueno también la mía. La verdad es que no me olía nada de lo que iba a pasar.

Entramos a su habitación y pusieron el ordenador en la cama, juntamos las dos camas individuales para estar más anchos y nos tumbamos. Álvaro se puso en medio de los cinco con el ordenador. Yo me quedé justo a su derecha, y a mi lado se puso Carlos. Y justo a la izquierda, se pusieron Dani y David.

Mientras Álvaro llamaba a su “madre”, me puse a mirar Twitter e Instagram un rato. La verdad es que estaba bastante obsesionado con las redes sociales, ya que llevaba dos días metiéndome para ver si encontraba algún rastro de María... Apenas podía dormir tan sólo pensar en ella...

Los chicos se pusieron a hacer mucho jaleo y a hablar con la “madre” de Álvaro, yo estaba tan a mi bola, deprimido con mi móvil que no me di cuenta de quién realmente estaba en aquella pantalla...

[...]

Sólo tuve que esperar un par de minutos cuando los chicos comenzaron a llamarme por Skype, me arreglé un poco el pelo, y respondí en seguida. Allí estaban mis cinco chicos tan guapos como siempre. De derecha a izquierda, Carlos, Blas, Álvaro, Dani y David. Cuando me vieron se pusieron a chillar como locos, todos menos Blas que andaba muy concentrado con su móvil, pero a la vez lo notaba algo deprimido. No pude evitar reírme ante la reacción de los otros cuatro.

Llevábamos un rato hablando y Blas no se había dignado a levantar la cabeza y mirar la pantalla. Ya no sabía que pensar, si lo estaba haciendo aposta sólo para joderme, o que realmente estaba tan concentrado que no se había dado cuenta que era realmente yo la que estaba en la pantalla.

Les hice un gesto de silencio a los chicos y los cuatro se callaron.

-Hola Blas, ¿qué pasa que no tienes pensamiento de saludarme? -le dije con una sonrisa de oreja a oreja.

[...]

Como os decía estaba tan concentrado buscando a María por todo tipo de redes sociales que no me di cuenta que realmente la tenía allí delante de mí, pero de repente todos se quedaron en silencio y oí algo...

-Hola Blas, ¿qué pasa que no tienes pensamiento de saludarme?

Levanté la cabeza y miré hacia la pantalla del ordenador, y allí estaba ella. Con una sonrisa de oreja a oreja, tan preciosa como siempre, o si cabe todavía más. No pude evitarlo y noté como una sonrisa tonta se me dibujaba en la cara. Estaba muy dolido con ella por como se había ido, pero no podía guardarle rencor a la niña que tenía ante mis ojos.

-Vaya... estás preciosa.
-Gra... gracias... -me dijo mientras se ponía colorada.
-Veo que no te acostumbras a nuestros piropos -dijo Álvaro riéndose.
-No, la verdad es que no -le contestó ella riéndose también.

Desde ese momento olvidé totalmente mi móvil y estuvimos hablando y hablando con ella, tenía curiosidad por saber dónde se había metido.

-No sé si me responderás pero... ¿dónde estás María?
-En mi habitación -dijo ella evitando contestar a lo que realmente sabía que le estaba preguntando.
-No te hagas la tonta, sabes perfectamente lo que te estoy preguntando -le dije poniéndome un poquito más serio.
-Es mejor que no lo sepáis chicos, ya os lo diré con el tiempo... pero por ahora es mejor así -dijo ella forzando un sonrisa.
-Nos jodió mucho que te fueras así sin más, despidiéndote de nosotros con una carta... -le dijo Dani sin tapujos.
-Ya... lo siento chicos... pero es que no tenía el valor de hacerlo a la cara... odio las despedidas, y sabía que si me quedaba no podría irme... y mi tenía mi futuro en mis manos... espero que lo entendáis... y espero que tú también lo entiendas Blas... lo siento de corazón -nos dijo mientras se le caían un par de lágrimas.
-Eh, eh, eh... -dijimos los cinco a la vez. María se rió y los cinco nos miramos los unos a los otros y nos empezamos a reír.
-No nos llores eh enana -dijo David.
-Sí, princesa, que tus príncipes están lejos para protegerte -dijo Carlos poniendo pose como de héroe.
-Nunca te cansarás de hacer bromas con mi desmayo eh jjajajajaja -dijo María secándose las lágrimas de su cara.
-No nunca -le respondió Carlos.

Se nos pasó el tiempo volando y no nos dimos ni cuenta. Magí entró en la habitación de que teníamos una entrevista en veinte minutos.

-Magí, ¿quieres hablar con María? -le preguntó David.
-No, si yo habla con ella todos los días por whatsapp.
-¿Cómo? -dije yo bastante alucinado.
-Sí... es que no os he contado que Magí es ahora también mi representante... -dijo María poniendo un sonrisa forzada.
-¿Vas a empezar con tu carrera musical? -dijo Dani muy emocionado.
-Sí, eso pretendemos. Le he conseguido un contrato con una gran productora y la semana que viene tiene la entrevista para empezar con su proyecto, así que deseadle suerte chicos -dijo Magí- Y ahora es hora de que nos vayamos para abajo.
-Nos alegramos muchísimo por ti María -dijo Carlos- ¡Y mucha mierda!
-Gracias chicos -dijo ella muy contenta y emocionada.
-Bueno, pues es hora de despedirnos, ya hablaremos enana -dijo Álvaro.
-Sí, ya hablaremos cuando podamos. Que os vaya genial. Os quiero -y empezó a mandar besos a la cámara. Nosotros hicimos lo mismo y colgamos la llamada.

[...]

Todo había sido tan extraño... Pero parecía que Blas no me guardaba rencor, como yo me pensaba... tenía miedo a la reacción de tener esta conversación con los chicos, pero la verdad es que había salido todo bastante bien. Cerré el ordenador, me levanté y me puse el pijama y me metí en la cama. Miré mi móvil por última vez y mi whatsapp sonó.

*Se ha creado un nuevo grupo: 'La enana se hace una artista (icono flamenca)*

Carlos se ha unido al grupo*
Blas se ha unido al grupo*
David se ha unido al grupo*
Dani se ha unido al grupo*
Álvaro se ha unido al grupo*

-Álvaro: Espero que no te molesté que haya creado el grupo y que los chicos tengan tu número.
-María: No, para nada. Anda tirad que aún os echan la bronca. Yo me voy ya a dormir que es tarde. Buenas noches.
-David: Descansa enana.
-Carlos: Duerme como un pequeña princesita jajajaja
-Dani: Mira que eres idiota. Buenas noches.
-Blas: Buenas noches pequeña.

Salí del grupo y sonreí como una boba con el último mensaje de Blas. Sin darme cuenta me quedé profundamente dormida

[Continuará...]

martes, 28 de abril de 2015

Capítulo 1 (T2)

Allí estaba yo, pensando y dándole vueltas en que narices estaba haciendo. Me adentre tanto en mis pensamientos que no me di cuenta de que me estaban hablando.

-Señorita, perdone... ¡Señorita! -me dijo la facturadora de maletas que andaba ya algo molesta porque estaba formando tapón.
-Ay sí, lo siento... -me acerqué y subí mi maleta a la bascula. Pesaba justo el peso permitido.
-¿Alguna bolsa o maleta de mano? -me preguntó.
-Si la guitarra cuenta... -dije algo dudosa y temiendo que no me dejaran subirla al avión.
-Si, no hay problema puedes subirla.

La chica me devolvió mi pasaporte y mi billete de avión y me dijo por donde tenía que pasar. El aeropuerto era bastante grande y yo era algo perdida pero al final conseguí encontrar la puerta de embarque de mi avión.

Entregué mi billete y mi pasaporte de nuevo a la azafata que había allí en la puerta.

-Todo correcto. Que tenga un buen viaje. -me dijo la chica con la más amable de sus sonrisas.
-Gracias.

Subí al avión y no había casi apenas nadie en el todavía. Busqué mi asiento tranquilamente y gracias adiós mi asiento daba justo en la ventanilla. Coloqué mi equipaje de mano en los armarios de arriba y me senté en mi asiento y me puse cómoda.

Como aún quedaban un par de minutos para despegar y quedaba aún mucha gente por entrar cogí mi móvil y le mandé un whatsapp a Magí para informarle de que ya estaba en el avión, y otro a mis padres para informarles de lo mismo y que estuvieran tranquilos.

Os estaréis preguntando porqué narices le estaba mandando un whatsapp a Magí y que pintaba él en todo esto... Pues el caso es que Magí ahora es también mi mánager, y me ha conseguido un contrato con una de las mejores discográficas del mundo que se encuentra en Londres. Al ofrecerme Magí esta oferta y sabiendo que tenía una oferta en Oxford para estudiar no pude rechazarlo así que la acepté. Y allí estaba, subida en un avión con dirección a Londres...

Como todo esto había sido tan precipitado y yo ni si quiera había buscado residencia ni piso ni nada en Londres, Magí se ocupó de todo. Y si os soy sincera estaba un poquito acojonada de lo que me pudiera encontrar al llegar allí...

Sin darme cuenta el avión había cerrado ya las puertas y estaba haciendo ya las maniobras en pista para prepararse para el despegue. Por lo visto no iba a tener a nadie sentado en el asiento de al lado y eso me dejaba tranquila, así podría dormir algo durante el viaje tranquilamente.

El avión despego y las azafatas pasaron con sus típicos carritos repartiendo bebida y almohadas para quien quisera. Cuando llegó a mi asiento pedí una almohada. Me acomodé y sin apenas darme cuenta me quedé dormida.

[1 hora y media después...]

Me desperté sobresaltada por el ruido de los altavoces. El piloto estaba informando que ibamos a aterrizar. Miré mi móvil, las 10. Me volví a guardar el móvil y comencé a desperezarme y a espabilarme.

El avión aterrizó y cogí mi equipaje de mano y bajé. Como no sabía a donde iba comencé a seguir a la gente que iba e el mismo avión que yo porque sino la llevaba clara... Llegamos a las típicas cintas donde aparecen las maletas y comenzaron a salir maletas y maletas. Y allí estaba la mía, menos mal, porque temía a que me la hubieran perdido.

Volví a seguir a la gente para salir del aeropuerto. Mientras seguía a aquellas personas llamé a Magí, porque no tenía ni absoluta de donde tenía que ir. No me había dado ni dirección ni nada de donde iba a vivir... Mi móvil empezó a sonar... Pí... Pí... Pí...

-¡Hola María! -me dijo Magí muy contento- ¿Ya estas allí?
-Sí, ya he cogido mi maleta y todo y ya estoy saliendo del aeropuerto. ¿Me puedes decir ya a donde tengo que ir?
-Ah, tú tranquila por eso, no te preocupes por la dirección -me dijo el tranquilamente-
-Pero...
-María estoy muy ocupado ahora mismo, te tengo que dejar, ya sabes lo liado que estoy con esto de My Camp... así que si tienes algún problema o necesitas algo ya sabes donde llamarme. Un beso.
-Pero...

Cuando quise darme cuenta Magí ya me había colgado. ¿Pero cómo que no me preocupe? ¿Este hombre era tonto? ¿Cómo no me voy a preocupar? Empecé a ponerme nerviosa y aceleré el ritmo para salir cuanto antes de allí. Salí del aeropuerto y justo en la puerta me encontré a un hombre con un letrero con mi nombre y apellidos... Ahora entendía todo... Maldito Magí.

Me acerqué a él.

-¿Señorita María?
-Sí soy yo.
-Permítame -el hombre cogió mi equipaje muy amablemente.
-No, la guitarra ya la llevo yo. No se preocupe.
-Lo que usted quiera. Sígame, su coche la está esperando.

El hombre comenzó a andar y yo me quedé allí parada de piedra sin asimilar nada. Cuando me quise dar cuenta el hombre estaba ya bastante lejos, así que me tocó correr un poquito hasta alcanzarlo. Llegamos a un coche negro metalizado muy bonito, parecía de una artista de cine o algo parecido. El hombre metió mi equipaje en el maletero y me abrió la puerta para que entrara.

Me subí al coche y el hombre también. Sin mediar palabra arrancó y comenzó a conducir. La verdad es que todo esto me tenía intrigada, miraba por la ventana y solo veía árboles y más árboles... así que no pude evitar preguntarle a aquel hombre.

-Perdone señor, ¿a dónde vamos?
-A su nuevo hogar señorita María -me dijo sonriéndome desde el espejo retrovisor- Y llámeme usted Kevin.
-Ah vale... Kevin... Lo siento es que ando bastante perdida...
-Usted tranquila, le va a encantar el sitio.

Me eché para atrás en el asiento y me tranquilicé un poquito y me puse a contemplar el paisaje. Era todo tan bonito y tan verde. Pero no entendía nada, porque pensaba que iba a vivir en la ciudad, y esto no tenía mucha pinta de que fueramos a la ciudad.

Pasaron apenas 10 minutos...

-Ya hemos llegado.

Miré por la ventana delantera del conductor y tan solo veía unos portones muy grandes. Kevin bajó la ventanilla y tocó a un timbre.

-¿Quién es? -dijo una voz saliendo del timbre.
-Kevin.

Automáticamente la puerta se abrió y mis ojos no podían creer lo que estaban viendo. Una casa inmensa de piedra, súper bonita. Kevin aparcó el coche junto a otro que había en la puerta rojo. Yo asombrada no le quitaba ojo a la casa y ni me di cuenta que Kevin ya había bajado del coche y me había abierto ya la puerta para que bajara.







-Guau... -dije bajando del coche.
-Bonita, ¿verdad?
-Esto... esto debe de ser un error...
-No, María, no es ningún error -dijo una voz que venía desde la puerta de la casa. Me giré y allí había una chica más o menos de mi edad, un par de años mayor que yo. Rubia, estura media y muy guapa.- Encantada, yo soy Emily, tu nueva compañera de piso.
-Bueno... esto de piso no tiene nada, mejor dicho mansión -Kevin y Emily se echaron a reír ante mi comentario.
-Vamos pasa y te enseño la casa, Kevin se encarga de tu equipaje.

Emily y yo pasamos a la casa. Si ya me había quedado flipando con tan solo verla por fuera, imaginaros como me quedé cuando la vi por dentro. No paraba de mirar todo con la boca abierta y los ojos como platos. No me lo podía creer. Emily me enseño la planta baja, que se componía de un salón inmenso, una cocina y un baño, ambos también muy grandes.

Subimos las escaleras, que eran preciosas,  parecían de cuento de hadas. Y llegamos al primer piso. El primer piso se componía de tres habitaciones con sus respectivos baños. Una era la habitación de Emily.

-Esta es mi habitación -abrió una de las puertas y entramos.
-Esto es una pasada, que bonita...
-Las otras dos habitaciones son de mis padres, y la otra de mi hermano - me dijo sonriendo.
-Ah pensaba...
-Sí, sí, tranquila -dijo antes de que llegara a decir nada- Vivo yo sola aquí, mis padres y mi hermano viven en nuestro piso de la ciudad. Yo me mudé a nuestra casa de campo para estar más tranquila. Ven sígueme.

Salimos de su habitación y subimos otro piso más, aunque esto más que otro piso era como una guardilla. Pero era preciosa...

-Y esta es tu habitación, ¿te gusta? -me dijo dando saltitos de emoción.
-Me... ¡Me encanta! Es preciosa... -dije alucinando y sin poder creermelo...- ¿Pero esto es real o estoy soñando?
-Jajajajaja, es real.¿Entonces de verdad que te ha gustado? Tenía miedo de que no te gustara como la había decorado...
-Pues has dado en el clavo me encanta -dije mientras me daba una vuelta por todo y miraba todo detalladamente.




Era todo tan bonito... Me quedé mirando una pared llena de fotos. No podía creérmelo, eran fotos mías con los chicos, con mis amigas...


-¿Y... y esto? -dije asombrada.
-¡Ah! Esto fue idea de Magí. Me mando todas estas fotos y me dijo que lo decorara como quisiera para que te sintieras como en casa -me dijo mientras contemplaba una foto donde estaba con Blas...
-Pues me encanta... -dije mientras se me caían un par de lágrimas.
-Ohh... ven aquí anda -dijo mientras me cogía y me daba un abrazo. La verdad es que sentía que me iba a llevar genial con Emily, se la veía que era un cielo de chica.
-Señoritas, aquí esta el equipaje -dijo Kevin mientras dejaba todas mis cosas en la habitación.
-Muchas gracias Kevin -dije sonriéndole. Kevin me devolvió aquella sonrisa.
-Bueno, vamos Kevin, dejémosle un poco de intimidad para que guarde todo su equipaje. Por cierto, bienvenida a casa.

Ambos me sonrieron y bajaron las escaleras dejándome allí sola, allí... en mi nueva habitación. Cogí mi maleta y coloqué toda la ropa que me había llevado, aún tenía que esperar a que mi madre me mandara el resto de mis cosas, ya que tenía todo en Albacete... solo esperaba que no tardara mucho en enviármelo. Cuando terminé de colocar mi ropa cogí la guitarra de Álvaro y la coloqué al lado de la cama... allí estaría bien.

Me tumbé panza arriba en la cama y pensé que lo mejor era que me diera una ducha antes de que me diera pereza. Cogí unos shorts y una camiseta para estar cómoda por casa y entré al baño. Dejé la ropa en el lavabo y me hice una coleta antes de entrar a la ducha. Me quité la ropa y cuando me quité los pantalones me di cuenta que llevaba algo en el bolsillo trasero. Era un papelito. Lo abrí. Había sido Álvaro, me había dejado su número... que chico este. Salí del baño y dejé el número en la mesita de noche y volví a entrar al baño. Me di una ducha tranquilamente, salí y me vestí dejándome la coleta. Cogí mi ropa sucia y fui a bajar para preguntar a Emily, pero vi una cesta donde ponía ropa sucia, así que la metí allí.

Bajé a la cocina y allí estaba Emily sentada encima de la encimera.

-Hola compi -me dijo ella muy contenta- Anda, veo que te has dado una ducha. Por cierto, no te preocupes por la ropa sucia, ¿has visto la cestita?
-Sí, allí he dejado la ropa.
-Vale, pues tranquila que Dakota la lavará cuando ponga la lavadora.
-¿Dakota?
-Sí, la asistenta de casa -me quedé asombrada... y Emily se echó a reír.- ¿Tienes hambre?
-Sí la verdad es que un poquito sí.
-He preparado tortitas con chocolate y fresas, ¿te gustan?
-¿Que si me gustan? -fui casi corriendo a sentarme a la mesa a comerme mi plato, lo que hizo que Emily se echara a reír de nuevo.

Mientras me comía el plato que me había preparado y hablábamos para conocernos mejor yo oí muchos ruidos que venían del salón, pero no le di mucha importancia pensando que era Dakota o no sé... pero me equivocaba...

-¡EMILYYY! ¿Venís ya o qué?
-¡SIIIII! ¡YA VAMOS IMPACIENTE! -yo no entendía nada. Emily me cogió y me llevó corriendo al salón. Y al llegar allí me encontré con un chico guapísimo... rubio, alto, ojos azules, y estaba en forma...
-Mira María este es Jason.
-En... encantada -dije mientras me quedaba embobada mirándolo.
-Te daría dos besos, pero con la boca llena de chocolate prefiero no hacerlo... -dijo Jason riéndose. Joder... puta vergüenza, con las prisas no me había dado tiempo a limpiarme la boca. Corriendo me limpie con la servilleta que gracias a dios llevaba en la mano.
-No te metas con ella -le dijo Emily.
-No me estoy metiendo con ella -me miró de nuevo- Ahora si que puedo darle ya dos besos -se me acercó y me dio dos besos- Encantado.

Los dos se sentaron juntos en el sofá y yo me senté al lado de Emily. No hacían nada más que picarse y parecía que tonteaban así que pensé que Jason era su novio. No me sentía muy cómoda allí... me sentía como si fuera la sujetavelas y que les estaba cortando el rollo porque el tiempo que llevaba yo allí no se habían dado tan solo un beso. así que me levanté bruscamente de golpe.

-Bueno... creo que mejor me voy arriba...
-¿Por? -me dijo Emily.
-Bueno... esto... -me eché la mano a la cabeza- creo que... os estoy rompiendo el rollo un poco - Emily y Jason se miraron y empezaron a descojonarse, incluso empezaron a llorar de la risa.
-¿De verdad pensabas que este idiota de aquí era mi novio? -yo no entendía nada- Joder María no tengo tan mal gusto -dijo mientras seguía riéndose.
-Oye perdona, que más quisieras tu tener un novio como yo -le dijo Jason con cara de asco.
-Jason y yo somos hermanos, María -mi cara en ese momento debía de ser un poema.
-Perdón... - me volví a sentar en el sofá- Madre mía... que vergüenza... -los dos continuaban riéndose.
-No pasa nada. Y ahora te puedes quedar tranquilamente viendo la tele con nosotros que no cortas ningún rollo.

Nos quedamos allí los tres viendo la tele. De repente oí que mi móvil estaba sonando.

-¡Mierda! Se me ha olvidado llamar a mis padres. Ahora vuelvo.

Subí a mi habitación le mandé un whatsapp a mi padre para que se conectarán a Skype y fui corriendo a por mi portátil para hablar con ellos. Les hice un tour por toda la habitación y quedaron igual de alucinados que yo la primera vez que la vi, ya poco a poco me iba acostumbrando a ella. Estuve hablando con ellos un rato y apareció Emily en mi habitación se la presenté a mis padres y me despedí de ellos.

-Venía para decirte que se me había olvidado que he quedado con unos amigos para comer y tengo que irme ya, ¿quieres venir?
-La verdad es que no creo que me sienta muy cómoda, creo que prefiero quedarme hoy en casa.
-Bueno, esta vez te la dejo pasar, pero a la próxima te vienes.

Bajamos abajo al salón y allí estaba Jason todavía en el sofá pero ahora estaba tumbado. Emily se despidió de nosotros y se fue en su coche rojo.

-Vaya, pensaba que tú también te ibas a comer con ellos -me dijo Jason.
-No, no creo que me sintiera muy cómoda hoy conociendo gente nueva, creo que por hoy ya ha sido suficiente jajajaja.
-Bueno, pues entonces me quedo aquí a comer contigo, ¿quieres que pidamos unas pizzas?
-Vale, me parece perfecto, estoy hambrienta -le dije sonriendo.

Jason cogió el teléfono y llamó para pedir unas pizzas. A la media hora ya estaban en casa. Comimos los dos juntos mientras veíamos una peli y nos conociamos. La verdad es que era un encanto de chico. Los dos teníamos la misma edad, y los dos íbamos a empezar a estudiar lo mismo en la misma universidad, así que quedamos para ir juntos el primer día. Nos pasamos todo el día juntos. Al llegar la noche Jason volvió a su casa de la ciudad donde vivía con sus padres, y yo me fui a descansar a mi habitación ya que había sido un día bastante agotador tanto como emocionante.

[Continuará...]








jueves, 3 de julio de 2014

Capítulo 47.

Narra María:

Magí estaba allí subido al escenario delante del micro con el papel en el que ponía quien había ganado, pero no decía palabra. Miraba el papel y después nos miraba a ambas, a Laura y a mí, pero no decía nada. Entonces suspiró.

-Magí: Bueno pues la ganadora es... -hizo una pausa- Lo siento... María... -cuando dijo María todos se me quedaron mirando sin poder creérselo- ¡María eres la ganadora! -cuando volvió a decir eso le eché una mirada asesina a Magí que estaba riéndose él solo. Los chicos me abrazaron y las chicas vinieron también para abrazarme- Bueno, y ahora te toca subir aquí y volver a cantar... pero quiero que cantes la canción que cantaste en las audiciones, me ha dicho un pajarito, o bueno varios... que lo hiciste realmente bien.

Me subí al escenario y me volví a sentar en el taburete del piano, me giré hacia a los chicos y les dije “os mato”, los cinco se echaron a reír, supuse que me habían leído los labios. Toqué la canción de las audiciones “Wings”.

La mitad de las chicas del campamento estaban llorando, era una canción que transmitía mucho.

Volví a bajar del escenario y fui con todos, allí estaban las chicas, los chicos y Magí. Magí se me quedó mirando fijamente.

-Magí: ¿Podrías venir un momento conmigo María? Tenemos que hablar...

-María: Sí, por supuesto.

Magí y yo nos fuimos a su despacho. Me ofreció algo que no podía rechazar... y que además me ayudaba a tomar una decisión sobre mi futuro. Una decisión muy importante...


[...]

Se hizo la hora de la comida. Llamé a las chicas para ver donde estaban y estaban ya todos en el comedor sentados en la mesa principal y como siempre me habían dejado una silla entre Blas y Álvaro. Me senté sin decir casi nada, simplemente un hola, y me puse a tontear con los cubiertos mientras pensaba que decisión tomar.

-Blas: Eh, ¿qué te pasa?

-María: Nada... -miré a Blas pero rápidamente aparté la mirada. Mirarlo me dificultaba tomar una decisión...

-Blas: ¿Qué es lo que te ha dicho Magí para que estés así? ¿No te habrá dicho nada de que no estés con...? -no le dejé terminar.

-María: No, no es eso... No puedo contártelo. Primero tengo que decidir algunas cosas -Blas me miró fijamente a los ojos.

-Blas: Lo entiendo. Y tomes la decisión que tomes estoy aquí, recuérdalo -cuando dijo eso mi corazón se encogió. Simplemente afirmé con la cabeza sin decir palabra, si lo hacía explotaría a llorar.

[...]

Terminamos de comer y cada uno se fue a su respectiva actividad. La tarde se pasó realmente rápida. Llegó la hora de la cena, como siempre cenamos con los chicos y después cada uno se fue a su habitación. Antes de levantarme de la mesa, noté como Blas me daba la mano y me daba una tarjetita de papel.

-Blas: Léela en el bungalow -me susurró.

Nos despedimos de los chicos y nos fuimos a los bungalows. Entré al baño para poder leer la tarjetita tranquilamente y sin que las chicas la vieran. Era una tarjetita roja con algún que otro corazón, en ella ponía:

“Te espero a las 12 en punto en la puerta de tu bungalow.

P.D: Que las chicas no te vean.

                                                                                 -Blas.”


Cuando la leí se me rieron todos los huesos. Salí del baño y guardé la tarjetita en mi maleta antes de que las chicas la vieran. Me tumbé en la cama y me metí en la conversación de las chicas, que estaban hablando en ir al bungalow con las demás para pasar nuestra última noche juntas. Lo malo es que tenía que inventarme algo para no ir, por mucho que me doliera...

-María: Ir vosotras... me encuentro algo mal. Me pondré el pijama y me iré a dormir.

-Natalia: ¿Estás segura?

-María: Sí, tranquilas. Ir y pasároslo bien por mí -forcé una sonrisa y les di un beso a cada una. Me dolía tener que mentirles.

-Sheila: Bueno, si necesitas algo estamos en el bungalow de al lado, ya lo sabes.

Las dos se pusieron los pijamas, cogieron sus móviles y se fueron al bungalow con las demás chicas. Cuando vi por la ventana que ya habían entrado, esperé un par de minutos. Cuando vi que no volvía a salir nadie entré al baño para arreglarme. Había preparado la ropa, no iba a ir en pijama, y me estaba maquillando un poquito.

Me iba a poner esto:

Eran las doce menos cinco y salí al porche del bungalow, no quería hacer esperar a Blas, pero cuando salí él ya estaba allí. Me cogió de la cintura y me empezó a dar besos por el cuello.

-Blas: Estás preciosa.

-María: Gracias, pero tú tampoco te quedas corto -me giré y le di un beso en los labios.

-Blas: Te tengo una sorpresa preparada, pero tienes que cerrar los ojos -yo asentí con la cabeza y Blas me puso un pañuelo para taparme los ojos.

-María: Como me caiga pesará sobre tu conciencia.

-Blas: No te vas a caer -y en ese momento Blas me cogió en brazos.

Noté como cruzábamos el campamento.

[...]

Blas se paró y me bajo.

-Blas: Espera un segundo -oí como se habría una puerta.

-María: ¿Dónde estamos?

-Blas: Ya lo verás -me pasó dentro de una habitación y me destapó los ojos.

Era un pequeña cabaña, con una chimenea, había una alfombra de pelo enfrente y cojines, también había champán y fresas con chocolate, me encantaban las fresas con chocolate. Me quedé mirando la chimenea... Me sonaba de algo... Y volví a mirar a Blas.

-Blas: Si no estás a gusto aquí lo entiendo. Podemos ir a otro sitio -cuando Blas dijo eso me di cuenta que era la cabaña donde me ató Rubén... pero no parecía la misma. Blas había trabajado mucho.

-María: No, no puedo estar mejor. Nos quedamos -me acerqué a él y le besé- ¿Cómo sabías que me gustaban las fresas con chocolate?

-Blas: Creo que a ti te gusta todo lo que lleva chocolate jajjajajaja.

-María: Como me conoces jajajjaja -en ese momento me volvió a coger en brazos y me sentó en la alfombra con todos los cojines.

Blas se sentó enfrente y sirvió el champán en dos copas que había. Yo mientras me comí alguna que otra fresa.

[...]

No podía estar más a gusto allí, quería congelar ese momento y vivir toda mi vida en él. Era perfecto.

Blas se acercó y cogió una fresa. Me la puso en la boca para que me la comiera, pero antes de poder morderle la apartó y se la puso en la boca. Se acercó a mi boca con la fresa en la boca para que yo le mordiera. Le mordí y nos pusimos a besarnos.
Ese instante me parecía tan bonito que me olvidé de todo, mis propósitos, mis miedos, mis decisiones... Poco a poco ambos nos vamos fuimos quitando la ropa el uno al otro. Por primera vez me encuentraba completamente desnuda entre los brazos de Blas, mientras una luz mágica procedente del fuego de la chimenea iluminaba tímidamente nuestros cuerpos.

Blas se colocó con delicadeza sobre mí. Abrí los ojos y Blas me miró. No estaba asustada, le sonreí.

-Blas: ¿Estás segura de querer hacerlo?

-María: No puedo estar más segura... Quiero que seas el primero...

-Blas: Y el último.

Blas me pasó una de sus manos por el pelo en señal tranquilizadora. En ese momento, de la pequeña radio que había junto a nosotros, sonaba por toda la cabaña, sonaba Planet earth de Barrie Gledden. No sabíamos ninguno de los dos que a partir de entonces esta sería “nuestra canción”. Cerré los ojos conteniendo la respiración, cuando de repente Blas se introdujo dentro de mí, aquel dolor amoroso, aquel mágico hacerme suya para siempre. Alcé la cabeza hacia arriba, suspirando, agarrando con fuerza sus hombros, acercándolo más a mí.

Narra Blas:

Allí estábamos los dos fundidos en uno. María se fue dejando llevar delicadamente. Era mía en ese momento. Abrió los ojos. Estaba dentro de ella. No podía evitar sonreír en ese momento. De cuando en cuando la besaba. Iba acariciando su perfecto cuerpo y su pelo. Estreché su mano con la mía, en ese momento moví mi cintura con fuerza. María gimió pero ahogué sus gemidos con besos. Entraba en ella con delicadeza. No quería hacerle daño. Era perfecta y no quería perderla nunca...

Narra María:

Yo ya no estaba allí. En ese momento estaba en el cielo. Aquella muchacha de la infinidad de dudas, de los mil miedos ha desaparecido. En ese momento pienso en lo fascinante que me parecía cuando era pequeña la historia de las mariposas. Aquel capullo, aquella pequeña oruga que se tiñe de mil colores y que, sin previo aviso, aprende a volar. Se vuelve a ver de nuevo. Fresca, delicada mariposa recién nacida, entre los brazos de Blas. Le sonrió y lo abrazo mirándolo a los ojos. Luego le doy un beso, tierno, nuevo, apasionado. Mi primer beso de mujer.

[...]

Más tarde, tumbados entre los cojines y las sábanas, Blas me acaricia el pelo, mientras yo lo abrazo con la cabeza apoyada contra su pecho.

-María: No soy muy buena, ¿verdad?

-Blas: Eres buenísima -me dijo Blas, pero yo no me lo creí.

-María: No, me siento algo torpe...

-Blas: Eres perfecta. Ven.

Blas me abrazó fuerte. Y así nos quedamos durante toda la noche. Abrazados el uno al otro. Fundidos en uno solo.

[Al día siguiente...]

Abrí los ojos y Blas seguía todavía dormido. Sin que se despertara me levanté silenciosamente. Cogí mi ropa y me vestí, dejándole una carta a Blas. Salí de la cabaña y me dirigí apresurada a mi bungalow, no podía verme nadie.

Cuando entré al bungalow las chicas no estaban, miré la hora de mi reloj y eran todavía las siete. Estarían todas durmiendo aún.

Entré al baño a recoger todas mis cosas, mi neceser, etc. Metí todas mis cosas en la maleta y la deje preparada en el porche. Cogí mi bolso y la guitarra de Álvaro y fui al bungalow de las chicas. Al igual que con Blas, no podía despedirme de ellas, si lo hacía no podría hacer lo que iba a hacer. Les había escrito una carta también a cada una de ellas, las metí por debajo de la puerta. Volví al porche del bungalow y cogí la maleta. Ahora tocaba el momento de los chicos, esperaba que no estuvieran despiertos.

Llegué a su bungalow y estaban todos durmiendo también. Dejé la guitarra en el banco del porche y al igual que con las chicas metí sus cartas por debajo de la puerta, pero en cuanto metí la última carta la puerta se abrió de golpe. Era Álvaro.

-Álvaro: ¿Qué estás haciendo?

-María: Nada -dije dando media vuelta y cogiendo la maleta. Álvaro se agachó y cogió las cartas.

-Álvaro: ¿Esto es nada? No parece nada... Ven aquí y me lo cuentas -Álvaro me cogió del brazo y me sentó en el banco.

-María: No me gustan las despedidas, así que os he escrito una carta a cada uno...

-Álvaro: ¿Te vas ya a Albacete?

-María: Bueno... No exactamente a Albacete...

-Álvaro: ¿Cómo?

-María: Me voy a estudiar fuera, al extranjero. Me han concedido una beca para estudiar y bueno... no podía desaprovecharla.

-Álvaro: Me alegro muchísimo por ti -dijo dándome un abrazo- ¿Y dónde te vas?

-María: No quiero decíroslo... por Blas... creo que es lo mejor...

-Álvaro: ¿No lo sabe?

-María: No, no sabe nada. Solo lo sabe mi familia, Magí y bueno... tú ahora mismo... -dije sonriendo.

-Álvaro: Entonces si te pido tu número tampoco me lo vas a dar... -negué con la cabeza.

-María: Te he dejado ahí tu guitarra...

-Álvaro: Pues no la dejes ahí -dijo cogiendo la guitarra y dándomela- Quiero que la tengas tú estés donde estés -deje la guitarra en el suelo y abracé a Álvaro.

-María: Álvaro tengo que irme, si me quedo cinco segundos más aquí no voy a poder irme -dije sin soltarlo.

-Álvaro: Vale... -dijo soltándome.Me miro fijamente a los ojos y me dio un beso en la frente- Te ayudo con la maleta.

Álvaro me acompaño al taxi el cuál me llevaría al aeropuerto. Álvaro y yo nos volvimos a abrazar y yo me metí al taxi...

Narra  Blas:

Me desperté y estaba sólo en la cabaña. Me froté los ojos y miré para ver donde estaba María, pero no estaba. Entonces vi la carta allí a mí lado.

Me senté y me puse a leer la carta.

“Te escribo esta carta para despedirme de ti. Siento que sea así pero sé que no tengo el valor de despedirme de ti cara a cara. Sé que si lo hago no seré capaz de irme. Sí, me voy. Me han concedido una beca para estudiar en el extranjero.
Sé que te lo debía haber dicho en persona, pero no era capaz. Solo en pensarlo se me rompía el corazón.
Espero que lo entiendas... Es mejor que sea ahora... No se me da muy bien esto de despedirme por carta... Solo quería decirte que siempre ocuparas un lugar en mi corazón, que nunca te irás de él. Nunca me arrepentiré de este mes junto a ti.
Si el destino quiere que estemos juntos, nos volveremos a ver.

P.D: Te quiero              
                                               -María”


Se había ido... y no sabría cuando volvería a verla...

[Continuará...]

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Bueno, espero que os haya gustado la primera temporada porque este es el último capítulo. Quería agradeceros todo el apoyo recibido estos meses porque os puedo asegurar que sin él no hubiera continuado escribiendo. Muchísimas gracias de corazón!

PD: La segunda temporada no sé cuando podré subirla, tengo que empezar a escribirla aún. Ya os iré avisando jajajjaja. Besitos :)

martes, 24 de junio de 2014

Capítulo 46.

[30 de Agosto...]

Narra María:

Hoy era nuestro último día en el campamento. Durante este mes todo ha ido de maravilla. Carlos esta con Vanesa, David con Natalia, Tamara se ha hecho novia de uno de los monitores y las demás están felices de estar con sus ídolos. Fátima se ha hecho súper amiga de Dani, es como si fueran hermanos. Claudia y Álvaro igual. Y bueno... Sheila ya ha pasado página con lo de Carlos. Y bueno, Blas y yo seguimos también juntos.

Mientras estaba aquí en el campamento mis padres me han llamado varias veces. Dándome noticias que para nada esperaba sobre mi futuro. Todavía no he tomado ninguna decisión y creo que ya va siendo hora de que la tome. Mañana cuando todo esto haya acabado debería de saber que hacer con mi vida y la verdad, es que está siendo una decisión muy difícil de tomar. Más de lo que me esperaba...

Las chicas y yo nos levantamos y nos empezamos a arreglar. Iba a echar de menos levantarme junto a ellas. Sheila y Vanesa habían aclarado las cosas y ahora se llevan incluso mejor que nunca.

Salimos del bungalow y como todas las mañanas fuimos al de las chicas para ir al comedor a desayunar. Y como todas las mañanas los chicos nos tenían guardados sitios en su mesa.

Nos sentamos y nos pusimos a desayunar. Bueno mejor dicho desayunaron ellos, porque a mí no me entraba nada de nada. Estaba muy nerviosa. Hoy era la final de coros y no tenía nada de hambre.

-Blas: ¿Qué haces que no comes?

-María: No me entra nada, estoy muy nerviosa.

-David: Te va a salir genial, ya verás.

-Álvaro: Sí, sí, pero que no se haga ilusiones que no me va a ganar.

-Blas: Cuando te ganemos a ver si lo vuelves a repetir jajajaja. Venga va, come algo.

-María: No, en serio. Como coma algo voy a vomitarlo.

-Blas: Venga va, solo un poquito -dijo mientras me ponía la tostada en la boca- Ahí viene el avión -todos empezaron a reírse. Les eché a todos una mirada asesina y le di un bocado a la tostada- Así me gusta, buena chica -se acercó a mi oído- Porque estamos en el comedor que sino te comía a besos. Estas hoy preciosa.

Eso hizo que me sonrojara. No estaba acostumbrada a los piropos y en este mes los chicos no paraban de echármelos y seguía sin acostumbrarme.

-David: Venga va, terminar que vayamos a la final.

-Carlos: A ver quien gana. Chan, chan, chan, chaaaaannn... María y Blas VS Álvaro y... ¿cómo se llamaba tu chica?

-Álvaro: Laura... No te vas a aprender el nombre nunca cabezón jajajajaj.

-Carlos: Déjame...

-Vanesa: Deja a mi rubio y vámonos.

Todos nos levantamos y nos fuimos del comedor.

[...]

Era la hora ya de la final. Estaba muy, pero que muy nerviosa. Primero cantaría con Blas y eso me daba confianza, pero después iba a cantar sola y aún encima tocando la guitarra... Tenía el presentimiento de que la iba a liar con la guitarra.

Estábamos detrás del escenario. Blas intentaba tranquilizarme pero no daba resultado. Estaba temblando.

-Blas: Eh, tranquilízate. Imagina que solo estamos tu y yo. Como si estuviéramos en clase... -se quedó mirándome fijamente a los ojos.

Cuando Blas me hablaba y me miraba así me olvidaba de todo. Todo lo que había a mi alrededor dejaba de existir y solo estábamos él y yo. Cuando nos quedamos los dos solos Blas se lanzó a mí y comenzó a besarme. Nos separamos y apoyó su frente con la mía.

-Blas: Necesitaba besarte -y me sonrió.

-María: Y yo necesitaba que lo hicieras -le devolví el beso y los dos salimos al escenario.

Yo me senté en el taburete del piano y Blas se sentó encima del piano. Pudiendo mirarme a mí y a la vez al público.

Iba a comenzar a tocar pero mis manos estaban temblando. Blas se dio cuenta, me cogió la mano.

-Blas: Respira hondo. Sabes que puedes y yo sé que puedes. Sabes que confió en ti.

Respiré hondo, conté hasta diez y comencé a tocar el piano.

Hacíamos un dueto cantando “Still” (.....)

Blas: I am frozen out of bed
You”ve cut me open, and stripped me bare...

María: No masquerade or escape from you.
I”m the mirage you see through.

Ambos: And I still. And I still,
miss you like desserts miss water.
And I still. And I still,
feel you around every corner.
I bruise and I break and there”s no other place
that I still need you...

Blas: Lost in my skin
and the worl falls down.
Resistance gives in
when you”re around.

María: Easily reach me without a word
with one touch you take me under...

Ambos: “Couse I still. And I still,
miss you like deserts miss water.
And I still. And I still,
feel you around every corner.
I bruise and I break and there”s no other place
that I still need you...

María: Can”t erase, take back,
once be stolen.
If I try, can”t rewind, evry moment.
It”s gone...

Blas: And I still... And I still...

Ambos: And I still. And I still,
miss you like deserts miss water.
And I still. And I still,
feel you around every corner.
I bruise and I break and there”s no other place
that I still need you...

That I still need you...”

Cuando acabamos la canción Blas me miro y estaba muy emocionado. Le faltaba poco para llorar y yo estaba en las mismas. Se me cayó alguna que otra lagrimilla. Había sido un momento muy especial para mi, cantar un dueto con mi ídolo, con mi actual novio...

Blas salió del escenario y al rato volvió a entrar con la guitarra de Álvaro y un taburete para que yo me sentara. Ahora era mi turno para que yo cantara sola. Dani me había enseñado muy bien a tocar, bueno y Álvaro también me había echado alguna que otra mano. Sabía que estaba preparada pero delante de tanta gente no sabía si iba a ser capaz de no cometer ningún fallo.

Coloqué bien las partituras para por si acaso me perdía, porque me la sabía de memoria. Me senté en la silla, me acomodé la guitarra bien. Y respiré hondo.

Iba a tocar “Me gusta” una de mis canciones favoritas de los chicos.

Me encanta tenerte aquí, rebuscándome la piel
hace días te esperé y ya estás conmigo...
Aún me sorprende encontrar, algo tuyo en el salón
me provocas algo más no sé definirlo...

(en esta parte me salió la sonrisa al recordar el momento del concierto acústico, miré a los chicos y estaban los cinco riéndose)

Entre tú y yo algo raro sucede...
pude confiar en ti, nada más conocerte.
Bajé la guardia y subí mis apuestas, quise arriesgarme a ti
sin pedir cuentas...

Me gusta, llegar y verte concentrada entre tus cosas,
matar el tiempo repasando nuestra historia...
No te quiero perder...
Me gusta, poder decirte simplemente en nuestra cama,
abrir un vino y no quedarme con las ganas...
de verte un rato más...
quédate hasta el final...

Por primera vez dejé todo mi pasado atrás,
no siempre se sabe dar un paso adelante...

(miré a Blas y le sonreí, estaba casi llorando otra vez)

Me cansé de pelear, te juro que no quiero más...
no apagues la luz aún, me quedan besos que darte

Entre tu y yo algo raro sucede, pude confiar en ti
nada más conocerte, ehh...

(miré a Álvaro y me guiñó un ojo, también se le notaba algo emocionado)

Me gusta, llegar y verte concentrada entre tus cosas,
matar el tiempo repasando nuestra historia...
No te quiero perder...
Me gusta, poder decirte simplemente en nuestra cama,
abrir un vino y no quedarme con las ganas...
de verte un rato más...
quédate hasta el final...

Me gusta, llegar y verte concentrada entre tus cosas,
matar el tiempo repasando nuestra historia...
No te quiero perder...
Me gusta, poder decirte simplemente en nuestra cama,
abrir un vino y no quedarme con las ganas...
de verte un rato más...
quédate hasta el final...”

Toqué el sólo final de la guitarra y todos empezaron a aplaudir. Estaba apuntito de llorar y la gota que colmó el vaso fue que los cinco se subieron al escenario conmigo y me abrazaron. Mientras me abrazaban oía como me decían que lo había hecho genial y que estaba hecha toda una artista.
-Dani: Pedazo profesor estoy hecho jajajjaja.

-Álvaro: Eh, no te lleves tu todo el mérito jajajajja.

-María: Venga va, vamos a bajar que le toca a Álvaro y a Laura cantar. Suerte Gango -y le di un abrazo.

-Álvaro: Gracias enana.

Álvaro y Laura cantaron y luego cantó Laura sola. Cuando termino, los chicos se fueron junto a Magí y algunos de los monitores para decidir quien ganaba. También más tarde votarían un par de chicas de los grupos de David, Carlos y Dani.

Todo el mundo había votado y estaban haciendo el recuento de todos los votos. Cuando todos los votos ya habían sido contados Magí subió al escenario para anunciar la ganadora...

[Continuará...]